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Frutos Secos y Semillas

Piñon de Cedro Siberiano

El majestuoso cedro siberiano alcanza una altura de hasta 40 metros y vive quinientos cincuenta años, y cubre más 40 millones de hectáreas de la taiga siberiana.

Día y noche capta y acumula en sus hojas en forma de aguja todo el espectro de energía luminosa. A los quinientos años de vida comienzan a resonar, un zumbido casi inaudible parecido al que produce la corriente en los cables de alta tensión: es la señal que envían a los seres humanos para que los tomen y utilicen su energía almacenada. Y lo hace durante tres años.
Su poder purificador y antibacteriano es tan extraordinario que en un bosque de cedros –y en un radio de hasta cinco kilómetros– no existe la enfermedad

De una inigualable belleza, es el gran patriarca de los bosques de Eurasia. También es un árbol de excepcional importancia espiritual: es un árbol totémico y medicinal de las culturas indígenas de Siberia desde hace milenios.

Todo en este árbol es excepcional: desde su madera, que tiene una fragancia y durabilidad excepcionales gracias a su valiosa resina hasta sus agujas, desde sus nutritivos piñones a su condición de árbol sagrado.

Todo el árbol, desde su ADN hasta la savia, la resina, el tronco y las agujas es un excepcional receptor y acumulador de energía lumínica y otras energías de distinta frecuencia. Es un don viviente de la naturaleza, una inagotable fuente de energía y de vida.

La producción es ecológicamente limpia y absolutamente artesanal según los antiguos métodos tradicionales siberianos y usando maquinaria exclusivamente de madera.

En la Antigüedad se sabe que el cedro lo usaban tanto los druidas en la cultura celta, como por los faraones del Antiguo Egipto. En sánscrito, el cedro es «El árbol de la Vida«. En la Biblia se cita hasta 42 veces, con interesantes descripciones que, en resumen, nos sugieren que estamos ante un «árbol de poder».
Muchos aldeanos de Siberia llevan un trocito de madera de cedro en contacto con la piel, a modo de colgante. Aseguran que les ayuda a librarse del cansancio, a mantener el equilibrio, la confianza en sí mismos y la serenidad. Por otra parte se ha observado que las personas que trabajan constantemente con el cedro, como los carpinteros, o los talladores de madera, poseen una salud excelente.

Para los aldeanos de Siberia cada una de las partes del cedro tiene propiedades medicinales: desde las hojas y yemas a la corteza, la resina, la piña, pasando por el piñón y su cáscara. El cedro protege su salud y es la joya de su medicina tradicional.

Tradicionalmente es el «árbol de la limpieza» y desde tiempo inmemorial las viviendas se desinfectaban con aceite de cedro. Los bosques de cedro mantienen una limpieza y pureza del aire inusuales, de hecho, puede considerarse prácticamente libre de microbios gracias a la resina del cedro, un extraordinario antiséptico natural. Los cedros son una peculiar «fábrica de oxígeno» que carga el aire de iones negativos generando una envolvente sensación de bienestar.

El valor nutricional de estos piñones de cedro es única: un conjunto de vitaminas, ácidos grasos, aminoácidos, minerales y oligoelementos que actúan sinérgicamente –el todo suma más que las partes- potenciando nuestra salud. Su altísimo contenido en vitamina E (5 veces mayor que el aceite de oliva) lo convierte en un poderoso antioxidante y su rica composición de ácidos grasos hace de él un extraordinario regenerador celular (limpia, nutre y mantienen la membrana de las células en un estado óptimo impidiendo la entrada de virus, bacterias y radicales libres) y un regulador de importantes procesos vitales (reduce las inflamaciones, equilibra el sistema cardiovascular -nivel de colesterol, coagulación de la sangre, tensión arterial-, el sistema nervioso central -conexiones neuronales- sistema endocrino y ginecológico). Todo ello se debe a que los ácidos grasos que contiene son precursores de las prostaglandinas, unas sustancias parecidas a las hormonas que protegen nuestro equilibrio.

También contiene vitamina A, fósforo, magnesio, cobre, yodo, cinc, manganeso, aminoácidos y oligoelementos que participan en la síntesis y respiración celular y ayudan a restablecer el equilibrio ácido-base.

El ácido pinolénico es otro principio activo del piñón de cedro que lo hace único, un ácido graso insaturado que limpia y regenera las células, previene la hipertensión, reduce el colesterol (es un buen disolvente de grasas) y el azúcar en la sangre, previene las reacciones alérgicas.

Este ácido graso no se encuentra en ninguna otra especie vegetal, sólo en la familia de los pinos y, aunque hay cientos de especies de pino en todo el mundo, los que crecen en Siberia (popularmente allí se conoce como «cedro siberiano») tienen un 40% más de ácido pinolénico que cualquier otra especie existente en el planeta.

El piñón de cedro siberiano con espino amarillo.

En la medicina tradicional de muchas culturas, el espino amarillo se toma como planta medicinal y en Siberia es muy apreciada como reconstituyente. Es un extraordinario antioxidante, bactericida y cicatrizante y sus bayas contienen un precursor de la serotonina (para estados depresivos), vitamina K y beta sitosterol que tienen una potente acción contra la arterioesclerosis.

«Los Cedros Resonantes de Rusia tienen el poder de tocar el alma y de liberar una profunda fuerza sanadora que se expande por resonancia y transforma la vida de las personas. Su resonancia llega a lo más profundo del Ser y despierta antiguas memorias de sabiduría». Vladimir Megre

BOSQUE DE SIBERIA

Entrar en la profunda y misteriosa taiga, el paraíso de los cedros, es cruzar un umbral sagrado donde la belleza y la solemnidad parecen surgir de la nada.

La majestuosa presencia de los cedros te da su solemne bienvenida y un aire fresco, puro y cargado de energía que invita a unirte plenamente a este intrigante espacio sagrado de belleza natural.

Al adentrarnos en la taiga, una sensación inmediata de grandeza invade nuestra conciencia. Es tan potente que lo único que uno quiere hacer es seguir caminando por el bosque, para ver todo de nuevo, tocar y ser tocado por tanta magnificencia. Al presenciar semejante espectáculo sientes que ya formas parte de la inmensidad de la taiga; la experiencia tiene tal magnitud que te pone en conexión directa con el infinito.

Un Árbol excepcional

La primera sorpresa que llega a nuestros ojos es la extraordinaria altura de los cedros. La suave cascada de luz que cae entre sus ramas baña de humildad al ser humano y le bendice con solemnidad. Cuando estás entre esos gigantes y amorosos cedros, sientes que estás siendo guiado por una profunda inteligencia que va más allá de tu comprensión. Surge una necesidad inmediata de inclinarte ante ellos desde la más profunda reverencia y gratitud.

Rodeado de un entorno exuberante, el cedro es el gran patriarca de la taiga, el árbol sagrado, totémico y medicinal de las culturas indígenas de Siberia desde hace milenios. Es la grandeza de un árbol que de forma solemne y generosa entrega al hombre todo aquello que necesita.

¿Cuál es el secreto de que los árboles y las plantas silvestres de Siberia tengan unas propiedades tan excepcionales?

La ciencia nos dice que el cedro siberiano es uno de los árboles más ricos en componentes fitoterapéuticos activos que existen. Es debido a que en Siberia crece una vegetación muy rica y única en el mundo en su forma original y primitiva. Para sobrevivir a la Edad de Hielo, los árboles y plantas silvestres han tenido que desarrollar un gran potencial. Para adaptarse al riguroso frío y viento y sobrevivir en esas condiciones extremas, los árboles y las plantas han generado desde hace milenios grandes concentraciones de aceites esenciales y nutrientes, desarrollando unas propiedades terapéuticas excepcionales, que sus habitantes han aprovechado desde la Antigüedad para preservar su salud y mantener al máximo todo su potencial físico y espiritual.

 

El Aceite de Piñón

El valor de este aceite está en la excepcional riqueza de su composición, un conjunto de vitaminas, minerales, ácidos grasos y oligoelementos que actúan sinérgicamente, multiplicando el potencial que tendrían por separado.

  • Su altísimo contenido en vitamina E -5 veces mayor que el aceite de oliva- lo convierte en un poderoso antioxidante.
  • Su riqueza en ácidos grasos esenciales (Omega 6 y, en menor medida, Omega 3) y sobretodo en ácido pinolénico hacen de él un extraordinario regenerador celular (limpia, nutre y mantienen la membrana de las células en un estado óptimo impidiendo la entrada de virus, bacterias y radicales libres) y un regulador de importantes procesos vitales (sistema cardiovascular -nivel de colesterol, tensión arterial-, el sistema nervioso central -conexiones neuronales- sistema endocrino y ginecológico).

Las excepcionales virtudes del ácido pinolénico para nuestra salud:

El ácido pinolénico es el principio activo del aceite de piñón de cedro que lo hace único. Es un ácido graso insaturado que se encuentra exclusivamente en el aceite de piñón. No se considera un ácido graso esencial, pero es biológicamente muy activo en el organismo: estimula la secreción de GLP, una hormona que activa la sensación de saciedad con una evidente disminución de apetito (ideal para las personas que quieran perder peso) e incluso tiene la capacidad de equilibrar posibles deficiencias de ácidos grasos esenciales, como el ácido graso gamma-linolénico o GLA.

De su excepcional acción limpiadora, antiinflamatoria y defensiva sobre las células, sale beneficiado y fortalecido todo el organismo: el sistema inmunológico (previene muchas reacciones alérgicas y en Rusia se utiliza en los pacientes tratados con radio y quimioterapia ), el sistema nervioso central (la mielina que recubre de las células nerviosas está en óptimo estado), el sistema cardiovascular (las arterias y venas se mantienen limpias y tonificadas), pasando también por las articulaciones (por su acción antiinflamatoria en casos de reuma y artritis).

El ácido pinolénico no se encuentra en ninguna otra especie vegetal, sólo en la familia de los pinos y los que crecen en Siberia (popularmente allí se conoce como cedro siberiano) tienen un 40% más de ácido pinolénico que cualquier otra especie existente en el planeta. El aceite de piñón de cedro siberiano nunca ha sido un aceite barato: para conseguir un kilo de piñones se necesitan entre 25 y 30 kilos de piñas de donde se extraen uno a uno manualmente.

Los beneficios de tomar una cucharadita de aceite de piñón de cedro siberiano cada día:

  • – Poderoso efecto antioxidante, limpiador y regenerador celular.
  • Fortalece el sistema nervioso central (insomnio, fatiga, falta de energía). Aumenta la actividad física y mental y restaura el sentimiento de confianza en uno mismo.
  • Limpia, tonifica y fortalece el sistema cardiovascular (eficaz para varices y hemorroides); previene la hipertensión y disuelve las grasas (disminuye los niveles de colesterol en la sangre).
  • Acción antiinflamatoria (indicado en casos de reumatismo, artritis y problemas musculares).
  • Ayuda a restablecer el equilibrio ácido-base. Aunque en cantidades mucho menores, el aceite de piñón también contiene vitamina A, fósforo, magnesio, cobre, yodo, cinc, manganeso, aminoácidos y oligoelementos que participan en la síntesis y respiración celular.
  • Es un supresor natural del apetito que resulta muy eficaz para aquellas personas que deseen adelgazar . El ácido pinolénico estimula unas hormonas en el intestino y en el sistema nervioso central que disminuyen el apetito y producen una sensación de saciedad.

Cómo tomar el aceite de piñón de cedro siberiano para adelgazar:

El ácido pinolénico del aceite de piñón de cedro estimula unas hormonas en el intestino y en el sistema nervioso central que disminuyen el apetito y producen una sensación de saciedad. Su mecanismo de acción es triple: en el sistema digestivo estimula la secreción de la hormona gastrointestinal colecistoquinina (CCK) y en el sistema nervioso central activa el neurotransmisor GLP-1, inhibidores del apetito, además de bloquear el neuropéptido NPY (un potente estimulante del apetito); su acción a tres niveles resulta muy eficaz para aquellas las personas que desean adelgazar ya que reduce el apetito además de calmar la ansiedad..

En dietas de adelgazamiento resulta muy útil sustituir el aceite de oliva como aliño por aceite de piñón de cedro o bien tomar una cucharadita dos veces al día media hora antes de las comidas principales.

Los beneficios del aceite de cedro aplicado a la piel:

  • Es un gran revitalizador y regenerador celular.
  • Es un eficaz antioxidante y rejuvenecedor: promueve la entrada de oxígeno a las células y, al estimular su metabolismo, acelera también la eliminación de toxinas ideal para la celulitis.
  • Restaura la piel; es un gran desinfectante y cicatrizante de heridas, quemaduras, cortes.

El masaje con aceite de cedro

El masaje con aceite de cedro siberiano es tonificante, alivia el cansancio, activa la circulación sanguínea y el sistema linfático, ayuda a la eliminación de toxinas, previene la congestión venosa y promueve la elasticidad de la piel. Tiene acción antiinflamatoria en casos de traumatismos, reumatismo y artritis.

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