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Desayunos Prebióticos Bowl

Desayunos Prebióticos Bowl Sin Gluten

 

Los prebióticos actúan junto a los probióticos, repoblando la flora intestinal y optimizando sus funciones a favor de la salud de nuestro organismo.
Los primeros estudios sobre prebióticos se realizan en los 80. Investigadores japoneses demostraron en el laboratorio que ciertos oligosacáridos no digeribles, básicamente fructooligosacáridos, eran fermentados selectivamente por bifidobacterias aisladas de heces humanas y así veían incrementado su crecimiento.

Entonces más concretamente…

¿Qué son los prebióticos?

En 2010 un grupo de investigación revisa y matiza el concepto prebiótico a:

“Ingredientes que producen una estimulación selectiva del crecimiento y/o actividad(es) de uno o de un limitado número de géneros/especies de microorganismos en la microbiota intestinal confiriendo beneficios para la salud del hospedador”.

La FAO (Food and Agriculture Organization) y la ISAPP (International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics) definieron a los prebióticos como:

“ingredientes alimentarios que al ser fermentados selectivamente producen cambios específicos en la composición y/o actividad de la microbiota gastrointestinal confiriendo beneficios en la salud del individuo”.

Por último, la WGO (World Gastroenterology Organisation) definió a los prebióticos como:

“Sustancias de la dieta (fundamentalmente polisacáridos no amiláceos y oligosacáridos no digeribles por enzimas humanas) que nutren a grupos seleccionados de microorganismos que habitan en el intestino favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas sobre las nocivas”.

Para entenderlo mejor.

Los prebióticos son todas aquellas sustancias presentes en los alimentos que no son digeribles pero que una vez llegan a nuestro intestino delgado sirven de alimento a las bacterias que conforman nuestra microbiota. Especialmente a las que consideramos positivas por su acción beneficiosa (lactobacilos o bifidobacterias por ejemplo).

Que los prebióticos no sean digeribles significa que no disponemos de las enzimas necesarias para romper sus enlaces y dividirlas en partes más pequeñas que nuestras células puedan aprovechar. A diferencia de lo que sí hacemos con las proteínas, que fragmentamos en péptidos y aminoácidos. En cambio, diferentes bacterias que viven en nosotros sí pueden digerirlas, por tanto se ven beneficiadas de su consumo.

A nivel molecular los prebióticos son polisacáridos o carbohidratos (cadenas de azúcares) sólo que a diferencia del almidón o de la sacarosa, como hemos comentado antes, no tenemos las enzimas para fragmentarlos y digerirlos en forma de azúcares simples.

Podemos encontrar estos compuestos prebióticos presentes de forma natural en los alimentos y también alimentos a los que se les han añadido prebióticos para ser formulados como alimentos funcionales. Nuestra raíz de achicoria (Inulina) y Topinambo entre otros ingredientes ricos en nutrientes para la salud del colon son parte fundamental para restablecer una microbiótica.

Dentro de los nutrientes presentes en los alimentos encontramos las proteínas, los carbohidratos, las grasas y, unos nutrientes que no los digerimos pero que nos benefician, la fibra. La definición de fibra más o menos aceptada es “parte comestible de las plantas pero no digerible ni absorbible en el intestino delgado”.

Así, todas aquellas fibras vegetales que además puedan ser digeridas por los microorganismos beneficiosos de nuestro microbioma, son prebióticos. Los vegetales son la fuente natural de prebióticos del ser humano.

Pero, mientras todos los prebióticos son fibra, no todas las fibras ni los alimentos con fibra son prebióticos. El consenso científico indica que los prebióticos (y también los alimentos prebióticos) deben:

  • No ser hidrolizado o absorbido en el tracto gastrointestinal (TGI) superior (esófago, estómago y duodeno) y, por lo tanto, ser resistente a la acidez gástrica, a la hidrólisis por enzimas digestivas y no absorberse en el intestino delgado
  • Ser fermentado selectivamente por bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal
  • Ser capaz de inducir efectos fisiológicos beneficiosos para la salud
  • No hay que confundir: diferencia entre prebióticos y probióticos

Mientras los prebióticos son alimento para nuestras bacterias beneficiosas, los probióticos son directamente dosis de bacterias beneficiosas renovadas.

Para qué sirven los prebióticos

Deben generar efectos fisiológicos beneficiosos para nuestra salud.

Así que los alimentos prebióticos sirven para mejorar nuestra salud a través de alimentar a las bacterias de nuestro intestino. A través de potenciar nuestra flora intestinal, mejoran las digestiones, reducen los gases, previenen de cáncer de cólon, y muchas otras funciones positivas. No son funciones que se aprecien de inmediato en algunas personas, todo depende de como esta ese equilibrio interno, lo que sí son beneficios a corto, medio-largo plazo.

Cobran mucha importancia en nuestra dieta ya que cada vez la dieta occidental está más basada en productos elaborados que en alimentos frescos, por tanto nuestra ingesta de vegetales frescos y de su fibra, es, en general, cada vez menor. Esto incide negativamente en nuestra salud.

Aumentar el contenido de vegetales y frutas frescas en nuestra dieta es la única forma de protegernos de un estilo de vida y una dieta, la occidental, que nos está matando poco a poco.

Alimentos prebióticos

Los prebióticos están presentes de forma natural en muchos alimentos frescos como la miel cruda, hortalizas y verduras (puerro, alcachofa, espárragos, ajo, cebolla, raíz de achicoria, topinambo…, frutas y frutos secos.

¿Cómo tomar alimentos prebióticos?

No existe una posología ni pauta concreta de ingesta de alimentos prebióticos aunque todos tenemos muy claro que su ingesta es muy importante. Pero debe ser una ingesta basada en comida real ya que cuando los encontramos formulados en productos industriales de poca calidad y además van acompañados de otras sustancias no deseables o en alimentos poco recomendables.
Un ejemplo podrían ser unas galletas con fibra “sin azúcar”.
Estas contienen inulina como sustituto del azúcar, pero pueden contener diversos saborizantes y potenciadores del sabor, ser ricas en grasas vegetales hidrogenadas y, aún sin tener azúcar, tener un contenido calórico elevado derivado de las harinas que sí tienen. Así que, para tener buena salud y asegurarnos de comer los prebióticos adecuados, hay que tomar comida real.

Edad para tomar prebióticos

No hay una edad óptima para tomar prebióticos ni situaciones concretas en que sea mejor tomarlos respecto a otras. Son alimentos muy importantes para tener una buena salud a través del cuidado de nuestra microbiota.

Lo son siempre, desde el vientre de la madre hasta nuestro fallecimiento. Piensa que la media de vida de un microorganismo va de días a 2-3 semanas, en ese periodo podemos destrozar por completo nuestra microbiota. Hay que cuidarlos siempre.

¿Cómo nos benefician los prebióticos?

Hemos desgranado la importancia de la ingesta de alimentos prebióticos y a través de qué mecanismos nos benefician. Cuando uno busca en Internet, inevitablemente va a encontrar información estrecha entre los probióticos y los prebióticos, ya que los segundos potencian la acción de los primeros siempre por sí mismos. Pero ciñéndonos a los prebióticos exclusivamente, actúan del siguiente modo:

  • Alteran la microbiota intestinal reduciendo recuentos de coliformes, bacterioides y cocos (bactaerias “malas”) y aumentando las bifidobacterias en números de 10X y también los lactobacilos.
  • Cambian el metabolismo del cólon, reduciendo el pH y aumentando la presencia de ácidos grasos de cadena corta en las fentas. Estas grasas:
  • aumentan el grosor de la pared del cólon y del intestino delgado,
  • mejoran el flujo sanguíneo y potencian el crecimiento de la mucosa
  • protegen frente los tumores
  • facilitan el recambio celular y su diferenciación
  • Mejoran la implantación de los probióticos y se inhibe el crecimiento de otros microorganismos.

 

La inulina es un carbohidrato complejo que almacena la energía de la planta de achicoria, la decisión de poner en estos desayunos que actúen sobre nuestros intestinos como la Raíz de Achicoria es clara:

La inulina no es degradada por la enzima humana amilasa o ptialina, presente en la saliva y secreción pancreática, puesto que sus enlaces β(1→2) resisten la acción de esta enzima. Como resultado, la inulina atraviesa la mayor parte del tracto digestivo prácticamente sin cambios y solamente cuando llega a la primera porción del intestino grueso las bacterias en él residentes comienzan a degradar la inulina en grandes proporciones y a metabolizarla… actúa como fibra. 

Sin embargo, y a pesar de todos los artículos científicos que existen en la literatura alabando la propiedades de la inulina como ingrediente prebiótico, hasta hace apenas tres años este oligosacárido no tenía ningún informe positivo para enriquecer alimentos funcionales.

Pues bien, hace apenas poco tiempo se ha sabido que, tras la petición realizada por diferentes empresas del sector alimentario, la EFSA, después de caminar por aquellos caminos flanqueados por achicorias y quedarse prendada de la belleza de su raíz, ha emitido una opinión muy favorable al efecto de la ingesta de inulina procedente de esta planta sobre la salud humana.

En este informe se puede leer como el Panel de Expertos en Nutrición, Alergias y Dietéticos del máximo organismo europeo de alimentación opina que el consumo de fructooligosacáridos procedentes de la inulina, y de otros carbohidratos no digeribles presentes en otras fuentes vegetales, tiene un efecto positivo sobre la glucosa postprandial…

¿Pero que es eso de la glucosa postprandial?

Pues simplemente aquella que se hace presente en la sangre después de comer. Habitualmente la hiperglucemia postprandialpuede ser determinada midiendo la concentración de glucosa 2 horas después de la ingesta de un alimento. Según varios autores, una concentración de glucosa postprandial superior a 200 mg/dl es un indicador de Diabetes Mellitus. Por todo ello controlar el incremento de azúcar en la sangre después de cada comida es indispensable pues un inadecuado control de estos niveles incrementa la probabilidad de complicaciones de diabetes… entre otras muchas patologías.

La EFSA no solamente cree que reducir los niveles de glucosa post prandial es beneficioso sino que da sus bendiciones a todos los alimentos que sustituyan en su composición azúcares simples por ingredientes prebióticos.

“La caída del imperio lactobacilo”, a día de hoy ni un solo lactobacilo ni bicho similar ha pasado el filtro de la EFSA.

Sin embargo, aquellos pocos (pero valientes) que no soportaron la microbiología escogida la opción menos mediática, la de los prebióticos, cuyo mayor representante es la fibra. A pesar de ello, y aunque tiene menos fuste que un bocadillo de pan, la fibra le está ganando la partida a todos los probióticos por auténtica goleada.

Investigadores de renombre han utilizado una tecnología denominada “secuenciación de nueva generación” para evaluar el impacto de la fermentación de la inulina. Este método permitió evaluar el ecosistema bacteriano del colon humano de manera completa. Los resultados muestran que la ingesta de inulina cambió 3 tipos de bacteria: Bifidobacterias, Anaerostipes y Bilophila. Se aumentó la abundancia de Bifidobacterium y Anaerostipes, ambas conocidas como bacterias “buenas” que apoyan la salud de la microflora intestinal. Las Bifidobacterias son conocidas por producir las vitaminas B, antioxidantes y ácidos linoleicos conjugados, a la vez que estimulan el sistema inmunitario. Los Anaerostipes son conocidos por su producción de butirato, que ayuda a la mucosa intestinal. El efecto selectivo de la Inulina se demostró a través de la disminución de niveles de Bilophila, un género relacionado con el incremento en la producción de gases.

La simulación específica de la población de Bifidobacterias está apoyada por un amplio número de estudios y los fructanos tipo inulina han sido estudiados anteriormente por su impacto positivo en la microflora intestinal humana.

Control de peso a largo plazo: Según determinaron 29 estudios realizados en humanos para evaluar la saciedad e ingesta de energía y 19 estudios de control de peso corporal, la fibra de raíz de achicoria ayuda a reducir el consumo de comida.

Control del azúcar en sangre: una evaluación de la EFSA en 2014 mostró que la sustitución del 20 por ciento de los azúcares por fibra de raíz de achicoria ayuda a alcanzar niveles de azúcar e insulina en sangre más bajos.

Salud y regularidad digestivas: con un consumo de 8 a 10 gramos en varias ingestas a lo largo del día, la fibra de raíz de achicoria ayuda a la salud digestiva e influye en la regularidad. Según una revisión de las últimas evidencias científicas de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Comisión Europea (CE) aprobó una mención de efecto terapéutico relativa a la mejora de la regularidad y el incremento en la frecuencia de evacuación.7 Influye también en la consistencia de las heces, evitando heces duras y defecación dolorosa.

Salud ósea: la fibra de raíz de achicoria mejora la absorción de calcio incrementando la acidez en el intestino grueso, e incrementando también la superficie de absorción de calcio en el mismo. Se ha confirmado, además, que el calcio llega a los huesos y ayuda a la salud ósea. Se han publicado diez estudios con intervención humana realizados sobre la fibra de raíz de achicoria, incluido un amplio estudio del Departamento de Agricultura/Institutos Nacionales de la Salud (USDA/NIH) en el que 100 adolescentes consumieron 8 g de inulina enriquecida con oligofructosa al día.

PORQUE HEMOS INCORPORADO LA ALCACHOFA DE JERUSALÉN (Topinambo) 

Topinambo muy rico en ácido Butirato (ácido de cadena corta)

Qué es el butirato y que efectos beneficiosos produce en el cuerpo?

El butirato es una molécula orgánica presente en verduras, tubérculos, frutas y otros alimentos ricos en fibra.

Se trata de un ácido graso de cadena corta que se obtiene a partir de la fermentación microbiana de fibras dietéticas en el intestino humano.

Los múltiples efectos beneficiosos sobre la salud humana del ácido butírico han sido recogidos en grandes estudios llevado a cabo por varios investigadores para el World Journal of Gastroenterology (2). A nivel intestinal, el butirato ejerce múltiples efectos tales como la prevención y la inhibición de la carcinogénesis en el colon, mejora la inflamación y el estado oxidativo, protege la barrera epitelial, modula la sensibilidad visceral y mejora la motilidad intestinal.

¿Que necesita tu cuerpo para producir butirato?

Partiendo de la base de que se produce cuando tu flora intestinal digiere la fibra dietética, tu cuerpo necesita básicamente dos cosas: una flora intestinal saludable y una alimentación que contenga gran cantidad de fibra. Si mantienes tu flora intestinal saludable, tus posibilidades de evitar o reducir la inflamación crónica incrementa sin duda.

Diversas bacterias, que se producen naturalmente en la flora intestinal, baja la reducción en la inflamación mediante la producción de un ácido graso llamado butirato a través de la digestión de la fibra. Este estudio muestra cómo la producción de butirato activamente calma las células que causan la inflamación.

Ingerir alimentos con ácido butírico nos va a permitir cuidar nuestra flora bacteriana, a la vez que posee importantes propiedades anti inflamatorias. Muchos estudios recientes señalan que es efectivo a la hora de prevenir y mejorar enfermedades del colon, como el cáncer de colon, el síndrome de intestino irritable o la enfermedad de Crohn….
Nuestro aceite de coco es rico en Butirato, lo cual una pequeña cucharadita en los desayunos incrementa si deseas también este alimento antiinflamatorio, la manzana es rica en Butirato, aconsejamos esta fruta mejor orgánica, el kiwi es otra fruta ácida rico en Butirato, pero recuerda! utiliza alguno de estos preparados que contengan frutas ácidas. Comer por las mañanas haciendo curación además es la mejor de las medicinas, fue siempre así y sigue siendo el mejor médico. Este es nuestro propósito y por ello trabajamos siguiendo una línea integral de vida. Somos profesionales de la salud y esto nos ha hecho diferenciarnos claramente.

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